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lunes, 27 de marzo de 2017

No Name □

N     O     T      H     I     N     G


Estoy desesperada, atrapada en la rutina.
Todo es un círculo vicioso, cada semana se repite lo mismo. Estoy cansada, hago las cosas, pero es como si no las hiciera. Cada acción es una carga, me cuesta el triple de esfuerzo.
Mi esperanza por la mañana es que llegue el final del día.
Mi cuerpo empieza a exudar todos mis problemas y preocupaciones por cada poro, uno por uno.
Las responsabilidades me consumen, me prohíben hacer las cosas que me gustan.
Estoy sometida a tantas reglas, observada por tantos ojos. Altamente juzgada pero poco comprendida. Limitados derechos, pero amplias obligaciones.
Me refugio en las palabras, construyo soluciones que permanecen aprisionados en pensamientos.

jueves, 23 de marzo de 2017

Reconoce tu Vida

¿Cuándo respiramos?

Tenemos una vida demasiado agitada, en los últimos años. Vivimos trabajando, preocupándonos por tantas cosas que nos dejamos de nosotros mismos, nos desatendemos y nos dejamos a lo último de la lista de prioridades. Con tanto ajetreo, nuestra salud se ve afectada severamente y ni siquiera nos damos el tiempo de preocuparnos por ella.

Hola, queridos lectores. He estado meditando que, al trabajar en un laboratorio de investigación, corro muchísimos riesgos a diario: me expongo a solventes ácidos, corrosivos, cancerígenos, tóxicos, etcétera; maquinaria que puede explotar, quemarme o que es punzocortante; material biológico infeccioso; entre otros. Eso sin contar los riesgos comunes de la vida cotidiana (enfermedades, accidentes de autos). Hay una alta probabilidad de sufrir un accidente grave e incluso mortal, lo cual me ha llevado a apreciar un poco más mi vida, y a concluir lo siguiente:


  • No subestimar la importancia de la seguridad: nunca son demasiadas las medidas de seguridad que se pueden tomar para evitar accidentes, aunque parezcan ridículas, innecesarias o exageradas, al momento de una situación de riesgo nos puede salvar la vida. Las normas de seguridad no están sólo porque sí, sino que fueron hechas por una razón y no hay que ignorarlas, ya que presenciar o incluso sufrir un accidente, es realmente traumático.
  • No preocuparse en vano: La preocupación y estrés nos hace cansarnos y enfermarnos tanto física como mentalmente, nos agota, y muchas veces esas preocupaciones vienen por cosas que aún no suceden, o que no podemos cambiar, y es estrés que nos podríamos estar ahorrando si realmente lo analizamos. Evita inquietarte por cosas que no tienen sentido.
  • Los planes son posibilidades, no hechos: es bueno ser organizados y tener una planeación a futuro, sin embargo, ten en cuenta que todo puede pasar, y que agentes externos a nosotros mismos pueden cambiar las situaciones totalmente y en un tiempo reducido. El contexto puede cambiar el contenido. No te aferres a los planes, siempre debes estar preparado para los imprevistos.
  • El tiempo pasa, lo disfrutes o no: cuántas veces nos hemos arrepentido d haber o no haber hecho algo, la nostalgia invade muchas veces, entonces recordemos que sólo hay un momento donde puedes hacer algo, ¡ahora! El tiempo no vuelve atrás y cada vez avanza más rápido.
  • La ausencia resalta la importancia de las cosas: tantas cosas cotidianas que ni notamos que tenemos, pero si no estuvieran, vaya que lo notaríamos. No comas en un día, duerme en el suelo, sin sábanas, o no veas a alguien, como si no estuvieras, y es cuando notas la falta que te hacen esos detalles. Disfruta todo como si fuera la primera y última vez.



Reflexionemos sobre esto y hagan una retrospectiva a nuestras vidas.




~Panque24